Está situado en el centro de Madrid, en el casco antiguo o Madrid Castizo; muy cerquita de los metros de La Latina y Tirso de Molina.
Con una carta muy extensa especializada en platos típicos madrileños y tres posibilidades de menú.
En pleno mes de enero nos sentamos como unos valientes en la terraza, ya que noa habian dicho que tenían calefactores para la terraza pero la verdad es que solo se iluminaban y calentar digamos que no calentaban mucho por no decir nada...
En un bar como este tienes dos posibilidades, estar de tapeo y cambiar al siguiente bar o sentarte y comer que fué lo que hicimos.
Los camareros son los típicos que llevan en el negocio 25 años y te hablan muy rápido pero también son muy majos y agradables, nos metieron un poco de presión para elegir la comida, también porque eran ya las 15:35, y el camarero intentó elegirnos el segundo plato queriendo endiñarnos un Lomo de Buey a 26 euros por persona asi que cuidadito! ojo con los precios!
Al final nos decidimos por unos huevos rotos con picadillo buenisimos, patatas en rodajas dos huevos fritos y una grán cantidad de picadillo... no podíamos comer mas!
Pero aún quedaba el segundo plato, Churrasco al horno con patatas cebollita y pimientos...estaba increible, la carne muy tierna y muy bien hecha con un sabor espectacular. Y con el postre la casa invita a unos chupitos de madroño (como no) servidos en unos vasitos hechos de barquillo y chocolate.
Al final resultó una comida excelente acabamos todos llenisimos y con ganas de dormir la siesta y por un muy buen precio, 8 euros por persona.
Es una taberna muy muy recomendable si quereis ir a comer a "lo madrileño" o teneís algún conocido de otra localidad y quereis sorprenderle enseñándole un poquito de gastronomía madrileña pero repito Ojito con la carta y con los precios sobre todo no digaís muy rápido que si a los camareros sin mirar muy muy bien la carta!
Por lo demás... no vais a querer cenar esa noche, os lo digo de verdad
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